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23 de noviembre de 2022Tres ejemplos robotizados de éxito
Hola mis camareros campeones. Hoy os traigo un artículo y un análisis para prestarle toda la atención. Parece que esto es lo que se viene y que está a la vuelta de la esquina. ¿Es realmente para preocuparnos?
Atraer clientes siempre ha sido complicado, en un sector con mucha competencia y en el que a diario nos parece que se nos acaban las ideas. Para conseguir más visitas cada vez más restaurantes deciden facilitar y mejorar la experiencia utilizando cartas digitales, pago a través del móvil, aplicaciones para hacer pedidos a domicilio y un etcétera que cada día se hace más largo.
Los muy atrevidos van un paso más allá, incorporando innovaciones pioneras del campo de la robótica. Da un poquito de mal rollo, ¿eh? Sigue leyendo, la batalla por los puestos de trabajo acaba de comenzar.
El futuro ya está aquí
No es necesario viajar al futuro para encontrar restaurantes que incluyen tecnología de última generación para mejorar la experiencia de sus clientes. A continuación, algunos ejemplos. (Y no, aunque lo parezcan, no son de ninguna película de ciencia ficción.)
1.- Camareros robots
Que los robots son capaces de realizar cada vez más labores humanas es un hecho definitivo. Si además tenemos en cuenta que pueden combinar efectividad y atractivo, entonces tenemos la ecuación perfecta del éxito del «Robot Restaurant», el restaurante chino del Sr. Song Yugang en Kunshan.
Sus robots entienden hasta 40 frases cotidianas diferentes, con lo que pueden comunicarse perfectamente con los clientes. Adicionalmente son un excelente reclamo para los curiosos que van en busca de un servicio singular . Cabe destacar que, aunque cada robot cuesta el equivalente al sueldo humano de un año–unos 4.800 euros–, el propietario está encantado con su nueva plantilla.
“No pueden ponerse enfermos ni piden vacaciones”
Además funcionan cinco horas seguidas a cambio de solo dos de recarga eléctrica. Mas nos vale ir espabilando, la competencia se presenta durísima.
2.- Los cocineros que tampoco se relajen
El resto de la plantilla quizá piense que a ellos este futuro automatizado no les afecta, ya que hay que «tener mano» para saber cocinar. Pues si todavía no he conseguido llamarte la atención, quizás Flippy lo haga. Porque este robot de una conocida cadena de fast foods, se ha propuesto sustituir a los cocineros, haciendo que la comida quede siempre en su punto. No solo es capaz de girar las hamburguesa en la parrilla, sino que distingue entre tipos de carnes y temperaturas diferentes, elabora salsas y emplata. Es sólo cuestión de tiempo hasta que aparezca la versión mejorada que consiga platos más sofisticados. TIC TAC.
3.- Los recepcionistas tampoco se salvan
Los simpáticos robots del Hotel Henn na de Tokyo Bay -premiado por el Libro Guinness de los Récords como primer hotel del mundo atendido por robots- son los responsables de recibir a sus huéspedes en cualquier idioma, haciendo entrega de su correspondiente habitación y facilitándoles todo tipo de servicios: traslado de equipajes, predicción del tiempo, encender la tele y aire acondicionado… con un prototipo fantásticamente operativo por cada habitación. Y estos amiguitos no extenderán la mano pidiendo una propina.
A ponernos las pilas
Si ya hay establecimientos en los que una androide y dos dinosaurios robotizados han conseguido disminuir el equipo humano de 20 a 6 trabajadores, qué será la que nos espera en un futuro saturado de tecnología que ya está aquí. ¿Acaso estamos perdidos?
Camarero: si quieres conservar este trabajo, tendrás que aprender a dar ALGO MÁS que lo que tus competidores metálicos ya hacen. Ya sabemos lo que la gente desea, y si obtienen la misma calidez de un robot que de un ser humano, tu jefe no tardará mucho en decidirse por el que tenga el mantenimiento más económico. Por qué no fichar a un robotito de estos que hace lo mismo y encima no se queja de que no le gusta su horario o no le cae bien según que tipo de cliente. ¡Vaya panorama!
¡¿Qué hacemos?!
A no desesperar. La estrategia pasará por ofrecer algo distinto y transformarnos en MUCHO MÁS que servidores de comida. Tenemos que volvernos auténticos generadores de valor, cumplidores de expectativas, capatadores de sueños. Un robot no puede adelantarse a los deseos de una persona observándola, mirándola a los ojos y sabiendo conectar con sus emociones, un camarero de carne y hueso bien formado y bien espabilado, sí.
Cuando la gente se haya saturado de tecnología, soluciones instantáneas y luces LED, irán locos buscando que los atiendan y los traten con amabilidad, con cercanía, con una sonrisa sincera, y les hagan unos «cariños culinarios», con un plato bien servido y hecho con AMOR.
Y esta diferenciación pasa por aprovechar y compartir las emociones que los humanos somos capaces de generar, que es una de las pocas cosas que los robots aún no pueden imitar.
Resumiendo: a más frialdad tecnológica, más amor y alegría.
Hasta otro post amigos.