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21 de octubre de 2022¡Hola máquinas! Aquí vamos a recordar cómo salir airosos de una mesa complicadísima, y arreglárnoslas para complacer a 6 perfiles tan específicos como exigentes.
Es improbable que el mismo día te encuentres todas las peticiones especiales posibles juntas, pero vamos a imaginarnos la peor de las situaciones en forma de videojuego para que no se nos escape ninguna, vamos allá:
“Tu peor día de la semana y la pesadilla de la ensalada del chef”
Es tu tercer día en un modernísimo bistró. Avanzas con la carta hacia una mesa de seis señoritas elegantes y exigentes que suelen frecuentar el local. Sugerencia del día: la ensalada del chef. Una generosa mezcla compuesta de lechugas, berros, frutos secos, huevo cocido, pica-tostes, queso de cabra, arándanos secos y trocitos de jamón.
De mayor a menor y en sentido de las agujas del reloj, las seis clientas expresan rápido y conciso sus deseos:
1-”Ensalada del chef sin frutos secos, soy alérgica”
2-”Ensalada del chef sin queso, no me sienta bien la lactosa”
3-”Ensalada del chef…¿podría ser algo más en vez de lechuga?, no la digiero bien”
4-”Ensalada del chef sin nada animal, soy vegana”
5-”Ensalada del chef sin pica-tostes, yo soy celíaca”
6-”Ensalada del chef, pero la versión vegetariana si puede ser”
Nada más para empezar ya pierdes 20 puntos por titubear, y otros 30 por no saber improvisar. Las miradas de las comensales te escrutan, un sudor frío te surca la espalda, el tiempo corre y sólo te quedan dos vidas. Sin pensarlo, presionas el botón para gastar un comodín y aparece el maître. Tu superior está ocupado y te dice que en la cocina hay multitud de ingredientes como para adaptar la ensalada, que improvises y pactes con las clientas, y PUF se desvanece. Pierdes una vida, regresas a la mesa y se te ocurre decir:
”Es que si le quito las lechugas se quedará en nada…”. La clienta se queda muda mirando, pierdes 100 puntos más. Agobiado, llamas a tu segundo y último comodín: el jefe de cocina, quien te suelta gritando: «¡¡la misma ensalada se puede hacer con espinacas!!»
Siguiendo, retiras los frutos secos del pedido de la primera. Un poco recuperado empiezas a negociar, ganas 80 puntos: “¿Va bien si reemplazamos el queso por láminas de tofu a la plancha?” Le gusta, ganas 150 puntos. Te armas de confianza y vas a por la siguiente: “Tenemos tostadas hechas de pan de maíz, se puede improvisar unos pica-tostes para ti con eso”. Excelente, ganas 200 puntos.
Siguiente clienta, venías bien pero das un paso en falso y metes la pata con la vegetariana: “Depende de qué sea vegetariano para ti…, ¿comes pescado?” Error, un vegetariano de verdad NO come pescado, ella se impacienta y te lo recuerda con un desafortunado: “Cariño, que yo sepa el salmón no crece de ningún árbol”. Pierdes 220 puntos, otros 15 por dudar y otros 35 por utilizar la palabra “depende”. Pero justo a tiempo lo salvas limitándote a quitar el jamón del plato.
Te enfrentas a la más difícil: la vegana. Los veganos son los que tienen la dieta más estricta, y ¡¡ya has gastado tus dos comodines!! Respiras hondo y te lanzas: “Vale, pediré que te hagan la ensalada sin queso, ni huevo, ni jamón, y reemplazaremos esos ingredientes por seitán marinado, un carpaccio de calabacín y…tacos de mango?” Luego de unos eternos segundos de suspenso, la clienta acepta de buen agrado y ganas 300 puntos. Y, a duras penas, pero pasas de pantalla. ¡Bravo! A continuación tendrás que vértelas con cocina y su escasa predisposición a modificar platos. Pero eso ya pertenece a la siguiente pantalla y… es otra historia.
Siempre nos encontraremos con peticiones especiales y clientes exigentes en nuestro trabajo. El truco está en apostar por una buena comunicación entre departamentos, adelantarnos a todos los escenarios posibles y, si aún así nos descolocan: ¡poner humor y perderle el miedo a improvisar!
Es importante pensar siempre en positivo, así es como al final conseguimos estar preparados para solucionar todos los problemas.
Hasta otro post amigos.
Xavi
«La sala la hacemos todos y todos hacemos de clientes»